viernes, 28 de agosto de 2015

Intervención social centrada en la persona, cuando tiene una enfermedad avanzada


La persona del paciente y de sus allegados son el centro de nuestra intervención. Ellos son los protagonistas de esta historia final. Más que una intervención individualizada se busca que la persona participe activamente en su proceso de atención, cuyo objetivo final es siempre el apoyo para el desarrollo de sus deseos de vida (aún cuando estemos hablando del final de la misma). Para ello, conocer su biografía, preferencias y deseos e identificar las capacidades personales, incluso cuando se trate de casos con importante deterioro, y, desde ellas, ofrecer apoyos (incluida la autodeterminación indirecta cuando son otros quienes asumen la representación de las personas no competentes en la toma de decisiones) relacionados con su propio plan de vida. Es decir, se pone en el centro de la intervención a la persona y la garantía de sus derechos, frente a la primacía de otros intereses legítimos como son los de la organización o los de los profesionales, pero que en ocasiones colocan en un segundo término a las personas con las que trabajamos.